Como quien
recorre una costa
maravillado de la
muchedumbre del mar,
albriciado de luz
y pródigo espacio,
yo fui el
espectador de tu hermosura
durante un largo
día.
Nos despedimos al
anochecer
y en gradual
soledad
al volver por la
calle cuyos rostros aún te conocen,
se oscureció mi dicha,
pensando
que de tan noble
acopio de memorias
perdurarían
escasamente una o dos
para ser decoro
del alma
en la
inmortalidad de su andanza.
Jorge Luis
Borges. Obra poética, 1 Alianza
Editorial 1998
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Benvingut al meu blog, seu i relaxa't. Puc preparar un café i intercanviar opinions.