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Em diuen Carles Alòs i sóc un apàtrida. Aquest blog serà un viatge pels indrets més amagats de l'ànima, per les emocions més intenses i pel viure quotidià de cada dia. Agafen cadira i seguen, de la resta, jo m'encarregue,

dimarts, 31 de gener del 2012

¿ Cómo escribir sobre las nubes ?




¿ Cómo escribir sobre las nubes el testamento de mi gente ? Si mi gente
abandonó el tiempo al igual que su abrigo en las casas, y mi gente
cada vez que construye una ciudadela, la destruye para erigir sobre ella
una jaima para su nostalgia por la primera palmera. Mi gente
traiciona a mi gente
en las guerras de la defensa de la sal. Pero Granada es de oro,
de la seda de las palabras bordadas con almendras, de la plata de
las lágrima en
la cuerda del laúd. Granada es la gran ascensión hacia sí misma
y será lo que desea: la nostalgia por
cualquier cosa pasada o que pasará. El ala de una golondrina roza
el pecho de una mujer en su lecho y ella grita: Granada es mi
cuerpo.
Un hombre pierde su gacela en el desierto y grita: Granada es mi
país,
yo soy de allí. Canta para que los jilgueros construyan de mis
costados
una escalera al cercano cielo. Canta el heroísmo de los que
ascienden hacia
su muerte, luna a luna, en la callejuela de la amada. Canta a los
pájaros del jardín
piedra a piedra. Cuánto te amo, a ti que me has despreciado.
Cuerda a cuerda, en el camino hacia su cálida noche. Canta.
El aroma del café después de ti ha perdido su mañana.Canta mi
partida
del arrullo de las palomas sobre tus rodillas y del nido de mi alma
en las letras de tu sencillo nombre. Granada está destinada al
canto. Canta.


Mahmud Darwish. Once astros. 1992

dilluns, 30 de gener del 2012

Solo me pertenece tu cuerpo.



Solo me pertenece tu cuerpo,
herradura púrpura, honrado velo.

Rompo todas las vendas,
cada hematoma relamido.

De pie ante los mares,
marchito y descompensado.

Cada encuentro huidizo,
cada lágrima que borra
tu límite.

Esto no es un poema de amor,
esto no es un año bisiesto;
encontrarás tu nombre
en cada pedazo mío.

En cada servilleta sucia,
en cada ofensa vertida.

Tu dedo serpentea,
un juego clandestino.
Estrechos pasadizos,
espuma en los costados.

Un hombre abandonado;
cada mirada vacía,
el azafrán en tus manos.

Mentiras, consejos,
pretextos inauditos.
El límite estrellado,
pan para el adviento.

Cada estrella azulada,
cada collar venenoso,
el veredicto huidizo,
las comas recostadas.

Es tu nombre el que miro,
tu cadencia me lleva,
tu cabello el que anda.

La suavidad de tus labios.

Carles.A. 2012.



diumenge, 29 de gener del 2012

León el africano.



Siempre he sentido pudor de decir << te quiero>> pero mi corazón nunca se ha avergonzado de querer. Y a Hiba la quise, por el Dios todopoderoso, dispensador de tempestades y calmas, y la llamé << tesoro mío >>
 sin saber que a partir de entonces era cuando poseía, y la llamé << vida mía  >> lo cual no era más que hacerle justicia, pues por su intervención me permitió Dios librarme de la muerte.

León el Africano. Amin Maalouf. 1988?


dissabte, 28 de gener del 2012

Florí el gesmil...



Florí el gesmil. 
Una alegria inmensa,
el col.locàrem al bell mig de la taula
per al dinar del dissabte.
Tocava les seues flors,
tan vives, tan obertes,
sens adonar-me
que prompte es marcirien.
Eren dies joiosos;
la taula plena,
les cadires arrenglerades
no hi mancava ningú.
Un dia vingueren a buscar-te,
un home deia que li devies la dignitat.
Li vares donar una almoina,
l'home se n'anà altiu pel mig del carrer.
Necessitàvem una espenta
per poder fer front
a allò que no coneixíem.
Arribà la vesprada,
la casa reposà.
Una quietud, un silenci.
No s'oïa res pel carrer,
la xemeneia fumejava
mentre esperava
que la vida fera una pausa
i poguérem recolzar-nos a la cadira
sense percebre el pes de la caritat
i les mans lligades a l'esquena.

Carles.A.2011

dijous, 26 de gener del 2012

Una patria perdida...



Una patria perdida es como los restos mortales de un allegado; enterradlos con respeto y creed en la vida eterna.

Amin Maalouf. León el africano.

dimecres, 25 de gener del 2012

León el Africano.




A mí, Hasan, hijo de Mohamed el alamín, a mí, Juan León de Médicis, circuncidado por la mano de un barbero y bautizado por la mano de un papa, me llaman hoy el Africano, pero ni de África, ni de Europa, ni de Arabia soy. Me llaman también el Granadino, el Fesí, el Zayyati, pero no procedo de ningún país, de ninguna ciudad. Soy hijo del camino, caravana es mi patria y mi vida la más inesperada travesía.

Mis muñecas han sabido a veces de las caricias de la seda y a veces de las injurias de la lana, del oro de los príncipes y de las cadenas de los esclavos. Mis dedos han levantado mil velos, mis labios han sonrojado a mil vírgenes, mis ojos han visto agonizar ciudades y caer imperios.

Por boca mía oirás el árabe, el turco, el castellano, el beréber, el hebreo, el latín y el italiano vulgar, pues todas las lenguas, todas las plegarias me pertenecen. Mas yo no pertenezco a ninguna. No soy sino de Dios y de la tierra, y a ellos retornaré un día no lejano.

Y tú permanecerás después de mí, hijo mío. Y guardarás mi recuerdo. Y leerás mis libros. Y entonces volverás a ver esta escena: tu padre, ataviado a la napolitana, en esta galera que lo devuelve a la costa africana, garrapateando como mercader que hace balance al final de un largo periplo.

¿ Pero no es esto, en cierto modo, lo que estoy haciendo: qué he ganado, qué he perdido, qué he de decirle al supremo Acreedor ? Me ha prestado cuarenta años que he ido dispersando a merced de los viajes: mi sabiduría ha vivido en Roma, mi pasión en el Cairo, mi angustia en Fez, y en Granada vive aún mi inocencia.

León el Africano. Amin Maalouf

dissabte, 21 de gener del 2012

En el largo exodo te amo más.





En el largo éxodo te amo más. Dentro de poco

cerrarás la ciudad. Yo no tengo corazón en tus manos ni

camino que me lleve. En el largo éxodo te amo más.

El granado de nuestro honor, después de tu pecho, ha perdido su savia. Leves son las palmeras,

las colinas, nuestras calles en el crepúsculo

y la tierra cuando se despide de su tierra. Leves son las palabras

y los cuentos sobre las escaleras de la noche. Pero mi corazón es pesado.

Déjalo allí, aullando en torno a tu casa y llorando los bellos días.

No tengo más patria que ella. Al partir te amo más.

Vacío el alma de las últimas palabras: te amo más.

Al partir, las mariposas guían nuestras almas. Al partir

nos acordamos de un botón de la camisa perdido y olvidamos

la corona de nuestros días. Recordamos el olor del sudor con perfume de melocotón y olvidamos

la danza de los caballos en la noche de bodas. Al partir

nos igualamos al pájaro, nos apiadamos de nuestros días y nos contentamos con poco.

Me basta de ti el puñal dorado que hacía danzar mi corazón moribundo.

Mátame lentamente y diré: te amo más de lo que

dije antes del gran éxodo. Te amo. Nada me causa dolor,

ni el aire ni el agua ni la albahaca en tu mañana ni

el lirio en tu tarde me causa dolor después de este éxodo.


Mahmud Darwish. Once astros. 1992.

divendres, 20 de gener del 2012

Voz llegada con las cercetas.



Pues el camino recorrido, si me vuelvo, es más
  largo
que el sendero de cabras que me conduce
adonde nos disolveremos como cera,
y los juncos florecidos no mitigan el corazón,
sino los retoños, la sangre de los cementerios,
he aquí que estás fuera de la sombra
que te guardaba, padre, erguido a los
  deslumbramientos,
sin manta ni gorra, bajo el sordo temblor
que anunciabas en el alba
las chatas de los mineros, semisumergidas
por la gran carga, negras sobre las altas olas.

La sombra que me acompaña
hacia tu tumba, vigilante,
y posa en una herma y despeja su frente
con un gesto altanero que le aclara
los ojos ardorosos y las severas cejas
desde un rizo infantil,
esa sombra no tiene más peso que la tuya
hace tanto sepulta: los rayos iniciales
del día la traspasan, mariposas
vivaces la atraviesan, la roza
la sensitiva sin que se contraiga.

La sombra fiel y el taciturno que renace,
la que arrojó del cuerpo el cuerpo interno
y ése al que largos años de ultratiempo
( años por mí abrumado) desencarnan,
se intercambian palabras que yo inmóvil
en la orilla no escucho; una, quizás,
volverá a hallar la forma en la que ardía
amor de Quien la indujo y no de sí;
pero el otro se aterra y teme que
la larva de memoria donde encuentra el calor
de sus hijos se apague al nuevo salto.

-He pensado por ti, he recordado
por todos. Vuelves ahora al cielo libre
que le transforma. ¿ Todavía esta roca
te tienta? Sí, la línea de la costa es la misma
de siempre; el mar que te ligaba a mis playas
antes que yo tuviera alas
no se disuelve. Bien recuerdo aquellas
riberas mías y no obstante llegué con las cercetas
a separarte de las tuyas. La memoria no es
pecado en tanto es útil. Luego
es letargo de topos, abyección

que se enmohece en sí misma...-
                                                El viento diurno
funde la sombra viva con la otra todavía
renuente en un centro que rechaza
mis manos, y se quiebra mi aliento
en el punto dilatado, en la fosa
que circunda el ímpetu del recuerdo.
Así se devela, antes de unirse
a imágenes, a palabras, oscuro sentido
reminiscente, el vacío deshabitado
que ocupamos y que espera hasta que llega el
tiempo
de colmarse con nosotros, de volver a
encontrarnos...


Eugenio Montale. La tempestas y demás. La bufera e altro. Selección, traducción, prólogo y notas de Horacio Armani. 1956

He envejecido dentro de tus ojos...

He envejecido dentro de tus ojos; eras la dulzura y el exterminio y
yo amé tu cuerpo en sus frutos nocturnos.

Tu inocencia es como un cuchillo delante de mi rostro,

pero tu pesas en mi corazón y, como una miel oscura, yo te siento en
mis labios al ir hacia la muerte.

Antonio Gamoneda. Libro del frío. 1992

dimecres, 18 de gener del 2012

A K



Pienso de nuevo en tu sonrisa y es en mí un agua
límpida
descubierta al azar entre las piedras de una orilla,
exiguo espejo en que ves una hiedra, sus flores
y ante todo el brazo de un blanco cielo quieto.

Es éste mi recuerdo; no podría decir, oh lejano,
si desde tu rostro se expresa libre un alma
   ingenua
o eres de esos errabundos a los que el mal del
mundo agota
y como un talismán llevan consigo su sufrimiento.

Pero puedo decirte que en el recuerdo tu figura
invade los dolores caprichosos con una oleada de
calma,
y que en mi gris memoria tu aspecto se insinúa
puro como la cumbre de una adolescente palma...


Eugenio Montale. Huesos de jibia. 1925

diumenge, 15 de gener del 2012

Amor eros - amor fati.



El teu clatell encés,
l'oreig entre les canyes,
confitura de vents.

La teu ingravidesa,
les frontisses;
detergent en pols,
una ploma arreu.

La mà a l'aparador,
tel.lúrica nostàlgia.
Armistici.

Edredons pairals,
la creu de terme.
La carretera, sola.

Núvols rojos,
Guadassuar en festes.
Un rajolí de sang.

El darrer glop,
l'encens.
Terra i grava.

Un pitet, unes postisses,
joguines.

Amor eros,
la terra creu.

Un guant, una espasa,
metralla ardent.

L'oreig entre les canyes.

El color roig.

La cremellera dels teus llavis.

                                   
                                          Aiguatge.

dijous, 12 de gener del 2012

Silenci.



La migdiada exhausta,
el teu clatell nuu.

Un clavell al teu pit,
navelina i new all.

Amazones.

La tarda,
el teu reflexe.

La teua esbeltesa.

Reposen els cops,
les ortigues.

El teu nom incomplet,
tatuatge auster.

La corva dels llavis,
el silenci.

Pàmpols.

Porcions de temps,
cada naufragi.

Les teues dents al meu lòbul.

Veleitats indecoroses,
el ventilador.

Zoroastre ha mort.

Les teues passes,
música del silenci.


Para taula,
seu !

Un rajolí de vida,
espelma ardent.

Respira la pau.



Vessa't !

Carles.A. 2012.



diumenge, 8 de gener del 2012

Farai un vers de dreyt nien




Sobre ti, sobre mí, sobre el infierno
de nuestro amor y sobre el paraíso
de nuestro amor, sobre el milagro inútil
de haberte conocido y el abismo
de haber viajado al alba y al crepúsculo
con un monstruo tan dulce y tan dañino,
sobre la huella que dejó tu cuerpo
en mi cama y en todos mis sentidos,
sobre el vestido negro ribeteado
de encaje con que andabas por el filo
de la traición, sobre tu piel blanquísima
y sobre el tiempo que perdí contigo....
Sobre todas las cosas que anteceden
y sobre nada (¿acaso no es lo mismo?)
escribiré un poema, recordando
la canción de Guillermo, con el frío 
de la distancia y con la sensación
de no haberlas vivido.


Luís Alberto de Cuenca.  Sin miedo ni esperanza. 2002

dissabte, 7 de gener del 2012

Para saber de amor, para aprenderle...



Para saber de amor, para aprenderle,
haber estado solo es necesario.
Y es necesario en cuatrocientas noches
-con cuatrocientos cuerpos diferentes-
haber hecho el amor. Que sus misterios,
como dijo el poeta, son del alma,
pero un cuerpo es el libro en que se leen.

Aunque sepa que nada me valdrían
trabajos de amor disperso
si no existiese el verdadero amor.
Mi amor,
íntegra imagen de mi vida,
sol de las noches mismas que le robo.

Porque en amor también
es importante el tiempo,
y dulce, de algún modo,
verificar con mano melancólica
su perceptible paso por un cuerpo
-mientras que basta un gesto familiar
en los labios,
o la ligera palpitación de un miembro,
para hacerme sentir la maravilla
de aquella gracia antigua,
fugaz como un reflejo.

Sobre su piel borrosa,
cuando pasen más años y al final estemos,
quiero aplastar los labios invocando
la imagen de su cuerpo
y de todos los cuerpos que una vez amé
aunque fuese un instante, deshechos por el tiempo.
Para pedir la fuerza de poder vivir
sin belleza, sin fuerza y sin deseo,
mientras seguimos juntos
hasta morir en paz, los dos,
como dicen que mueren los que han amado mucho.

Jaime Gil de Biedma.

dimecres, 4 de gener del 2012

Coloso.



Nunca conseguiré recomponerte,
repegarte, reunirte, rejuntarte.
Mular rebuzno, cacareo obsceno,
gruñidos salen de tus vastos labios.
Peor que en un corral.
 

Quizás es que concebiste profeta,
portavoz de los muertos o los dioses.
Treinta años llevo trabajando
Por limpiar tu garganta de cieno.
Más todo sigue igual.
 

Escala arriba, con lisol, con goma
de pegar, como hormiga matutina
por los campos herbosos de tu frente
tu inmenso cráneo componiendo, el túmulo
calvo y blanco de tu ojo despejado.

Un cielo azul, como de la Orestíada
nacido, cómbase sobre nosotros.
Oh padre, solo, eres hondo y denso
como foro romano. Entre cipreses
me siento y el acanto de tu pelo

y tus huesos estriados se penetran
de su antigua anarquía hasta el borde
del horizonte. Crear tanta ruina
requiere más que un rayo. Por la noche
me agazapo en tu oreja, contra el viento,
 

contando estrellas rojas y ciruela. 
El sol sale del fondo de tu lengua
y mis horas copulan con tu tumba.
Ya no busco el raer de quillas sobre
las piedras negras de la playa.

Sylvia Plath. Traducció de Jesús Pardo.


dimarts, 3 de gener del 2012

Allí vivien els Alòs.



Allí vivien els Alòs,
en la placeta de les monges,
carrer de la pujadeta amunt.

Tenies por de no veure morir la nit
de que no et deixaren eixir de casa.

El cobertor se’t va cobrir de flors
i hagueres d’encaixar la tapadora
per a mantenir la contenció.

Us casareu i tinguereu fills.

El sol daura els sembrats
i les llavors esclafeixen.

No deixes que tots els ciris s’apaguen
I limitat a pensar que ets tu qui decideix.

 Carles.A. 2011