La minúscula hierba retorna su molécula de oxígeno al
aire que nos obstinamos en degradar.
La poesía es un vendaval de aire puro en nuestra exis-
tencias irrespirables.
La minúscula hierba muere, pero su polen es indestruc-
tible.
La poesía no evita el dolor, pero no consiente que sea in-
fructuoso.
En este perpetuo nivelar, la hierba silenciosa y la poesía
com su verbo arrebatado afirman su única y extrema
razón.
Y así como la hierba siempre encuentra un resquicio
para crecer,
la poesía rompre sellos y violenta arcanos para enraizar
poesía
donde no hay poesía,
para que haya poesía.
Ana Rossetti. Llenar tu nombre (2008)
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada
Benvingut al meu blog, seu i relaxa't. Puc preparar un café i intercanviar opinions.