Fue una tara, un diagnóstico de cada cumpleaños
con el que fui creciendo noche a noche
al pairo de las aguas, como la herencia trampa
de donde yo venía: la arquitectura árabe
impresa en el ADN, un plano corporal
de canales rebeldes, surtidores y aljibes.
El alba. Despertarse con la cama mojada:
vergüenza extrema de aquella niñez
enquistada en los débiles esfínteres
y en la llave de paso con su loco albeldrío.
Era un nido encharcado la mañana,
helados los polluelos sin la madre,
las plumas sobre el hule como en nieve
y acuático el temor al miedo incontenible
reptando por la sábana. Eso es todo.
Isabel Pérez Montalbán. De la antología La inteligencia y el hacha (2010)
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada
Benvingut al meu blog, seu i relaxa't. Puc preparar un café i intercanviar opinions.