Ahora no hay lugar a discusión ni defensa.
La peste tenía su oficio.
Fue duro verte rodar como una semilla.
Yo sobrevivo entre los muertos.
Caminamos por los pasillos como en esas silenciosas y vastas posadas.
Respiramos el deseo de huir sin cancelar la cuenta.
Papá escanció su último aire sobre nosotros.
Me acompaña una muchacha parecida a una fuente.
Nos alimenta una licuadora.
Ya empieza el verano.
Te ves con papá?
En general, me he vuelto un poco indiferente.
A veces pesa mucho el silencio de los cipreses y los muertos.
José Watanabe. Elogio del refrenamiento (1971 -2003) Renacimiento 2003
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Benvingut al meu blog, seu i relaxa't. Puc preparar un café i intercanviar opinions.