Están cogidos de la mano,
en silencio,
bajo los soportales.
El niño mira su columpio,
muy triste,
bajo la lluvia,
y no lo entiende.
El padre mira al niño:
es la vida, hijo
-quisiera poder decirle-,
y no ha hecho más que empezar.
Karmelo C. Iribarren. La ciudad 2008
Vaya vaya. Me alegro mucho de que te haya gustado. La antología definitivamente no tiene pérdida. Hay de todo pero cuando acierta, acierta.
ResponEliminaUn beso.
Ya lo creo. Me ha gustado muchísimo !
ResponEliminabrutal, debería haberlo escrito yo...
ResponEliminatenemos tiempo
O yo. Para este poema creo que sobran las palabras.
ResponEliminaUn abrazo !